24 de septiembre de 2010

Extraído de Pedro Páramo


[...] Me di cuenta que su voz estaba hecha de hebras humanas,
que su boca tenía dientes y una lengua que se trababa y destrababa al hablar,
y que
sus ojos eran como todos los ojos de la gente que vive sobre la tierra.

Volvió a darme las buenas noches.
Y aunque no había niños jugando, ni palomas, ni tejados azules, sentí que el pueblo vivía.
Y que si yo escuchaba
solamente el silencio,
era porque aún no estaba acostumbrado al silencio;
tal vez, porque mi cabeza venía llena
de ruidos y de voces [...]

1 comentario:

  1. Amo Pedro Páramo. Sépanlo todos, amo a Juan Rulfo. Hay un libro que se llama Cartas para Clara. Son cartas escritas a su mujer. Hermosas, dulces, inocentes y llenas de amor. Me encantaría que lo leyeras. Silvana

    ResponderEliminar